EL COLMO DE UN CONTRALOR, QUE SU PADRE HAYA SIDO INHABILITADO.

José Ángel Díaz Navarro, Contralor del Estado de Oaxaca, pasará a la historia como un neófito en el combate a la corrupción, complaciente con los corruptos y omiso en la rendición de cuentas.

La historia de corrupción de la familia Díaz Ortega y Díaz Navarro, es un reflejo del PRI hegemónico, que gobernó en una sociedad donde se limitaba la rendición de cuentas, la falta de transparencia, y que benefició los grandes desfalcos en los gobiernos de José Nelsón Murat Casab y Ulises Ruíz Ortíz. 

Este es el caso de Jesús Ángel Díaz Ortega, padre del actual Secretario de la Contraloría y Transparencia Gubernamental, quien fue acusado  y sancionado con una inhabilitación, por un desfalco por 46 millones de pesos, cuando Díaz Ortega, se desempeñó en el Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Fiscal y Educativa (IOCIFED), en el gobierno de Ulises Ruíz Ortíz.

Ulises Ruíz Ortíz en 2007, tomó protesta de Jesús Ángel Díaz Ortega, como Director General de IOCIFED, en donde se desempeñó, como tal, hasta noviembre de 2010.

Un año después se le inició un procedimiento de responsabilidad administrativa, a través del procedimiento 1491/RA/2011, dicho procedimiento surge por diversas auditorias realizadas, la Dirección de Procedimientos de Responsabilidad, de la ex contralora Perla Woolrich Fernández, ordenó la investigación y sanción por un desfalco de 46 millones de pesos, a las arcas públicas del Gobierno del Estado de Oaxaca.

La inhabilitación, solo fue de 6 meses, iniciando el 14 de diciembre de 2011 al 13 de junio de 2012, no hubo sanción económica, y por lo tanto no se recuperó dicho desfalco.

DÍAZ NAVARRO, OMISO, GRIS Y CORRUPTO.

José Ángel Díaz Navarro, no solo pasará a la historia de Oaxaca, como un contralor incompetente, si no un neófito en la materia, no solo apoyó a la corrupción que llevó a la quiebra a los Servicios de Salud del Estado de Oaxaca, fue completamente omiso, en los casos de corrupción de contrataciones públicas con empresas de dudosa procedencia y hasta "empresas factureras".

En su complicidad e ignorancia, consintió en su comparecencia ante el Congreso del Estado de Oaxaca, que en Oaxaca: "estaba permitido la contratación de estas empresas".

A un año de que Alejandro Murat Hinojosa, termine su sexenio, Díaz Navarro, es uno de los culpables por omisión del gran desfalco que representó el "milagro oaxaqueño", que de milagro solo tuvo la corrupción que existió en cada una de las acciones.