LA HISTORIA OSCURA DE LA HUMANIDAD LA HA ESCRITO EL CLERO CATÓLICO

Juan José Díaz Bermúdez



Foto (AP)

Oaxaca, México (Punto y Aparte).- Norberto Rivera Carrera, cardenal del clero católico, apostólico y romano, de forma retadora y olvidando que se dice coadyuvante del amor, inició el reclamo al Estado mexicano para reformar el artículo ciento treinta constitucional, buscando romper con las limitaciones que las leyes les han impuesto en México, como resultado de una guerra de Reforma que hoy parece que a los cristeros y fanáticos del Partido Acción Nacional han olvidado.


Parece que los sacerdotes católicos de nuestro país no han entendido el valor del Estado laico, donde existen leyes que limitan el poder de las iglesias y ofrecen garantías a los ciudadanos para creer en quién mejor le parezca, sin caer en Estados teocráticos, que a lo largo de la historia de la humanidad han enseñado lo nefasto de darle poder a los fogosos seguidores de fetiches y mentiras piadosas que encadenan la consciencia y oprimen la razón. Mentiras que en pleno siglo XXI siguen sosteniendo en un afán lucrativo


El regreso del clero católico a la vida pública y política en México no debe permitirse. La ultraderecha promueve sin duda reformas al artículo 130 constitucional que permitirían no solo la realización de cultos religiosos en espacios públicos, además la participación de sacerdotes, diáconos y monjas en política, con lo cual se estaría contraviniendo uno de los principios fundamentales de la separación iglesia- Estado, uno de los postulados de Benito Pablo Juárez García.


Sin embargo dejando a un lado las tesis históricas y jurídicas, ¿porque no deben regresar los sacerdotes a la vida política y pública de México? Los hombres y mujeres que se dicen personas al servicio de Dios (¿?), en su larga historia de mentiras, fetichismos, esclavitud del espíritu y la consciencia, traiciones a la humanidad, entre un número interminable de errores, no han demostrado que su doctrina persiga el bien del espíritu y la salvación del alma, al contrario han escrito las páginas más negras en la historia de la humanidad, ¿usted le sigue creyendo a violadores de niños? Los hechos lo demuestran en el caso vivo de Marcial Maciel y los "Legionarios de Cristo".


Recordemos que fueron frailes de la orden de los dominicos quienes durante la conquista fueron los más sangrientos represores de los habitantes de las diferentes naciones que formaban México, años después por avaricia, envidia y crimen de odio, pusieron en práctica la inquisición que nada tuvo de santa como algunos quisieron disfrazarla, ya que esta gavilla, cartel, pandilla o banda de asesinos como se quiera señalar, en nombre de “Jesucristo y la santísima virgen”, despojaban a familias enteras de sus bienes, asesinándolos con el pretexto de ser incrédulos y prácticar hechicería. Si trasladamos esas experiencias a nuestro tiempo, podríamos ver claramente a Felipe Calderón y sus secuaces usando como pretexto ideal “la lucha contra el narcotráfico” para poder mantenerse en el poder.


Punto y Aparte que la doctrina católica es una mentira que se usa para arrodillar a los pueblos y matar sus anhelos de libertad- dijera Carlos Marx es el opio del mundo- .Quienes forman parte de ese sector religioso como son los sacerdotes y monjas, no son ciudadanos mexicanos ya que son parte del Estado Vaticano, obedeciendo al jefe del Estado Vaticano que en este caso es “El Papa”, a quién envían recursos económicos, dependiendo personalmente de las decisiones eclesiásticas, de gobierno y jurídicas que este personaje nefasto y sus colaboradores como son los Cardenales, Obispos y Arzobispos emiten, es decir es un Estado dentro del propio Estado, algo que la Constitución en México no debe aceptar.


El insinuar siquiera la modificación del artículo 130 constitucional, es ofender la sangre de quienes lucharon en una Guerra de Reforma, es contravenir los derechos que todos y cada uno de los mexicanos tenemos en libertad, para elegir la filosofía, doctrina o religión que mejor convenga.


Es más, hasta hoy el clero católico no ha demostrado que esté al lado del pueblo, al contrario se han sumado en  una doctrina llena de mentiras, llena de asesinos, pederastas, violadores, cómplices de gobiernos asesinos como en México. Los sacerdotes se revuelcan en sus riquezas, hartándose de comida mientras los indígenas mueren de hambre. Donde está hoy el clero, cuando hemos visto que levante el dedo para exigir un ¡ya basta!, a los asesinatos que el gobierno de Felipe Calderón lleva a cabo todos los días en calles y poblaciones de México. Al contrario, respaldan el genocidio que en México se lleva a cabo disfrazado de lucha “buena”, con los más de 60 mil muertos que hasta hoy se llevan en el conteo, sumando por supuesto los desaparecidos.


Ampliar los derechos a quienes como los sacerdotes y monjas traicionan al pueblo, garantizar cultos públicos y obtener la garantía de ser postulados a un puesto de elección popular va a ser el error más grande de la historia contemporánea en México, es darle la participación a los espurios para que apoyen a partidos de la derecha fanatizada, es provocar que el Estado laico regrese a sus más obscuros proyectos. Es tirarle “perlas a los cerdos” como bien dijo Jesús en el Nuevo Testamento.

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