Juan José Díaz Bermúdez/ Análisis
Oaxaca, México (Punto y Aparte).- A la muerte del profesor Rafael Rodríguez Vicente, asesinado el veinticuatro de diciembre de dos mil once en Santa Lucia del Camino, ex dirigente de la sección XXII en el periodo mil novecientos noventa y cinco-noventa y ocho e integrante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, se suma el caso del también docente y ex dirigente magisterial, Carlos René Román Salazar, el cual desapareció el catorce de marzo de dos mil once. Los dos integrantes combativos de la sección XII, que tenían por su política en ocasiones radical, conflictos de intereses con los diversos grupos políticos al interior del magisterio oaxaqueño, no es por demás hacer notar que existen por el momento líneas de investigación en la que se incluyan a dirigentes y asesores magisteriales, así como luchadores sociales. Aunque no debemos olvidar que el hoy occiso, Rafael Rodríguez Vicente, era asesor de un municipio en una zona considerada como un foco rojo, como lo es Santa María Zoquitlán. Habría que denotar que su presencia en la asesoría no solo incomodaba a los caciques, sino también al gobierno federal y del estado. A todo esto hay que agregar la muerte de otros líderes todos ellos participantes del movimiento social-magisterial del 2006 con la APPO.
La muerte brutal de Rafael Rodríguez Vicente, pudo haber engañado a los servicios de inteligencia así como a sus voceros, haciendo creer que habría sido acribillado en el marco de un ajusticiamiento, lo que es falso. Los grupos guerrilleros en su modus operandi dejan mensajes en los cuales se atribuyen la acción e incluso la llegan a reclamar como un acto justo debido a que el ejecutado durante su presencia en esas organizaciones clandestinas realizó actos de traición, en este caso se descarta la posibilidad que Rafael Rodríguez Vicente hubiera sido ajusticiado, porque no se obtuvo o por lo menos las autoridad no lo ha revelado, que se hubiera reivindicado por parte del Ejército Popular Revolucionario (EPR), como se quiere hacer creer por los servicios policíacos y sus voceros.
Rafael Rodríguez Vicente presuntamente perteneció al EPR, o tal vez dijo formar parte de este grupo, ya que había sido detenido en junio de 2002 al participar en el secuestro del hijo del dirigente de vendedores ambulantes del Mercado de Abastos, Gonzalo Rodríguez. Tras un enfrentamiento con fuerzas de seguridad, fue detenido junto con otras personas. Todos ellos fueron señalados por el Estado de formar parte de una célula del EPR. Dicha organización jamás reconoció que Rafael y las personas que habían sido detenidas en ese operativo pertenecieran a esa agrupación, otra de las características del grupo guerrillero en mención, que respalda a sus combatientes en caso de ser detenidos, con el objetivo de protegerlos en el marco del tratado de Ginebra.
La afirmación que se había detenido a miembros del EPR en un frustrado secuestro aquel junio de 2002, que hay que decirlo, fue difundido por el gobierno de José Nelson Murat Casab, mistificó a Rafael Rodríguez y a sus acompañantes, máxime que dentro de ellos había indígenas Loxichas, quienes lograron su libertad absolutoria, gracias a la defensa que en ese caso la llevó el abogado Israel Ochoa Lara. Si a Rafael Rodríguez Vicente se le hubiera comprobado que había sido mando del EPR, su libertad habría sido imposible, porque a los delitos del fuero común se hubieran sumado los de sedición, motín, terrorismo y delitos de seguridad nacional.
Si Rafael Rodríguez Vicente no fue parte del EPR, ¿porque pensar entonces que este grupo lo pudo haber sentenciado y ajusticiado?
El profesor hoy occiso era un radical en sus acciones al interior de la sección XXII, pero no vivía el dogmatismo de los guerrilleros inalterables. Tenía un modo de vida pequeño burgués, accedía a lugares que un guerrillero no lo haría, incluso ni como ex guerillero, porque si algo tienen que cuidar quienes pertenecen a grupos radicales son las formas, y provocar a los dogmaticos es firmar su sentencia de muerte. Por lo tanto es falso de toda falsedad asegurar que Rafael Rodríguez Vicente (a) “El Güero”, fue ajusticiado por traidor y que su muerte desencadenará una purga al interior del EPR, es tratar de enfrentar a la guerrilla del EPR con el magisterio oaxaqueño, algo que difícilmente podrán lograr, sobre todo en el marco de las negociaciones del magisterio con el gobierno en el mes de mayo de 2012.
Sin embargo detrás de la muerte de “El Güero”, hay otros factores que no son político-militares, sino de intereses de mando. Es decir, al interior de la sección XXII a varios representantes de los grupos políticos, no le habría gustado discutir las acciones a seguir en el marco de la lucha en mayo del 2012 con quién tenía un fuerte peso y credibilidad entre los delegados.
Otra de las cuestiones que refuerzan la posibilidad que el EPR no esta detrás de la muerte de Rafael Rodríguez Vicente, es el hecho de que el profesor había recibido amenazas por su trabajo de asesor en el gobierno municipal de Santa María Zoquitlán, amenazas que por cierto están siendo investigadas a petición de los familiares del hoy occiso.
Aunque no podemos soslayar el supuesto que Rafael Rodríguez Vicente formaba parte de una lista de sentenciados, en este tipo de eventos las coincidencias forman parte del todo
La lista de presuntos sentenciados se inició el 22 de octubre de 2010, cuando es asesinado en Tuxtepec, Catarino Torres Pereda, miembro de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, quién fuera Secretario General del Comité de Defensa Ciudadana.
El 23 de octubre de 2010, es ultimado Heriberto Pazos Ortiz, integrante de la APPO y dirigente estatal del Movimiento Unificador de Lucha Triqui.
Posteriormente el 25 de enero de 2011, es acribillado, Renato Cruz Morales, ex preso de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y dirigente de la Central Campesina Cardenista en el momento de su ejecución.
El 14 de marzo de 2011, desaparece sin que hasta el momento se haya encontrado, el maestro Carlos René Román Salazar, caracterizado por ser miembro de la APPO e ideólogo de la sección XXII, se consideraba un líder radical.
El 24 de diciembre de 2011 es asesinado Rafael Rodríguez Vicente, ex miembro de la APPO, y uno de los líderes considerado radical el cual no estaba dispuesto a sentarse a dialogar para entregar al magisterio.
Llama la atención que todos los asesinados hayan pertenecido al movimiento de la APPO, todos ellos radicales en su proceder.
¿A quién pudieron estorbar los hoy occisos? Hay quienes tratan de ligar a estos líderes de la APPO con traiciones, incluso con la desaparición de los dos mandos del EPR, Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez. Hasta hoy no se ha podido establecer ningún vínculo, ni el grupo guerrillero a reivindicado estás muertes por lo que queda preguntar ¿Quién presuntamente los asesinó? ¿A quién estorbaban? ¿Significaban un estorbo alguien en el gobierno federal o estatal?
Rafael Rodríguez Vicente (Foto sección XXII)
Oaxaca, México (Punto y Aparte).- A la muerte del profesor Rafael Rodríguez Vicente, asesinado el veinticuatro de diciembre de dos mil once en Santa Lucia del Camino, ex dirigente de la sección XXII en el periodo mil novecientos noventa y cinco-noventa y ocho e integrante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, se suma el caso del también docente y ex dirigente magisterial, Carlos René Román Salazar, el cual desapareció el catorce de marzo de dos mil once. Los dos integrantes combativos de la sección XII, que tenían por su política en ocasiones radical, conflictos de intereses con los diversos grupos políticos al interior del magisterio oaxaqueño, no es por demás hacer notar que existen por el momento líneas de investigación en la que se incluyan a dirigentes y asesores magisteriales, así como luchadores sociales. Aunque no debemos olvidar que el hoy occiso, Rafael Rodríguez Vicente, era asesor de un municipio en una zona considerada como un foco rojo, como lo es Santa María Zoquitlán. Habría que denotar que su presencia en la asesoría no solo incomodaba a los caciques, sino también al gobierno federal y del estado. A todo esto hay que agregar la muerte de otros líderes todos ellos participantes del movimiento social-magisterial del 2006 con la APPO.
La muerte brutal de Rafael Rodríguez Vicente, pudo haber engañado a los servicios de inteligencia así como a sus voceros, haciendo creer que habría sido acribillado en el marco de un ajusticiamiento, lo que es falso. Los grupos guerrilleros en su modus operandi dejan mensajes en los cuales se atribuyen la acción e incluso la llegan a reclamar como un acto justo debido a que el ejecutado durante su presencia en esas organizaciones clandestinas realizó actos de traición, en este caso se descarta la posibilidad que Rafael Rodríguez Vicente hubiera sido ajusticiado, porque no se obtuvo o por lo menos las autoridad no lo ha revelado, que se hubiera reivindicado por parte del Ejército Popular Revolucionario (EPR), como se quiere hacer creer por los servicios policíacos y sus voceros.
Rafael Rodríguez Vicente presuntamente perteneció al EPR, o tal vez dijo formar parte de este grupo, ya que había sido detenido en junio de 2002 al participar en el secuestro del hijo del dirigente de vendedores ambulantes del Mercado de Abastos, Gonzalo Rodríguez. Tras un enfrentamiento con fuerzas de seguridad, fue detenido junto con otras personas. Todos ellos fueron señalados por el Estado de formar parte de una célula del EPR. Dicha organización jamás reconoció que Rafael y las personas que habían sido detenidas en ese operativo pertenecieran a esa agrupación, otra de las características del grupo guerrillero en mención, que respalda a sus combatientes en caso de ser detenidos, con el objetivo de protegerlos en el marco del tratado de Ginebra.
La afirmación que se había detenido a miembros del EPR en un frustrado secuestro aquel junio de 2002, que hay que decirlo, fue difundido por el gobierno de José Nelson Murat Casab, mistificó a Rafael Rodríguez y a sus acompañantes, máxime que dentro de ellos había indígenas Loxichas, quienes lograron su libertad absolutoria, gracias a la defensa que en ese caso la llevó el abogado Israel Ochoa Lara. Si a Rafael Rodríguez Vicente se le hubiera comprobado que había sido mando del EPR, su libertad habría sido imposible, porque a los delitos del fuero común se hubieran sumado los de sedición, motín, terrorismo y delitos de seguridad nacional.
Si Rafael Rodríguez Vicente no fue parte del EPR, ¿porque pensar entonces que este grupo lo pudo haber sentenciado y ajusticiado?
El profesor hoy occiso era un radical en sus acciones al interior de la sección XXII, pero no vivía el dogmatismo de los guerrilleros inalterables. Tenía un modo de vida pequeño burgués, accedía a lugares que un guerrillero no lo haría, incluso ni como ex guerillero, porque si algo tienen que cuidar quienes pertenecen a grupos radicales son las formas, y provocar a los dogmaticos es firmar su sentencia de muerte. Por lo tanto es falso de toda falsedad asegurar que Rafael Rodríguez Vicente (a) “El Güero”, fue ajusticiado por traidor y que su muerte desencadenará una purga al interior del EPR, es tratar de enfrentar a la guerrilla del EPR con el magisterio oaxaqueño, algo que difícilmente podrán lograr, sobre todo en el marco de las negociaciones del magisterio con el gobierno en el mes de mayo de 2012.
Sin embargo detrás de la muerte de “El Güero”, hay otros factores que no son político-militares, sino de intereses de mando. Es decir, al interior de la sección XXII a varios representantes de los grupos políticos, no le habría gustado discutir las acciones a seguir en el marco de la lucha en mayo del 2012 con quién tenía un fuerte peso y credibilidad entre los delegados.
Otra de las cuestiones que refuerzan la posibilidad que el EPR no esta detrás de la muerte de Rafael Rodríguez Vicente, es el hecho de que el profesor había recibido amenazas por su trabajo de asesor en el gobierno municipal de Santa María Zoquitlán, amenazas que por cierto están siendo investigadas a petición de los familiares del hoy occiso.
Aunque no podemos soslayar el supuesto que Rafael Rodríguez Vicente formaba parte de una lista de sentenciados, en este tipo de eventos las coincidencias forman parte del todo
La lista de presuntos sentenciados se inició el 22 de octubre de 2010, cuando es asesinado en Tuxtepec, Catarino Torres Pereda, miembro de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, quién fuera Secretario General del Comité de Defensa Ciudadana.
El 23 de octubre de 2010, es ultimado Heriberto Pazos Ortiz, integrante de la APPO y dirigente estatal del Movimiento Unificador de Lucha Triqui.
Posteriormente el 25 de enero de 2011, es acribillado, Renato Cruz Morales, ex preso de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y dirigente de la Central Campesina Cardenista en el momento de su ejecución.
El 14 de marzo de 2011, desaparece sin que hasta el momento se haya encontrado, el maestro Carlos René Román Salazar, caracterizado por ser miembro de la APPO e ideólogo de la sección XXII, se consideraba un líder radical.
El 24 de diciembre de 2011 es asesinado Rafael Rodríguez Vicente, ex miembro de la APPO, y uno de los líderes considerado radical el cual no estaba dispuesto a sentarse a dialogar para entregar al magisterio.
Llama la atención que todos los asesinados hayan pertenecido al movimiento de la APPO, todos ellos radicales en su proceder.
¿A quién pudieron estorbar los hoy occisos? Hay quienes tratan de ligar a estos líderes de la APPO con traiciones, incluso con la desaparición de los dos mandos del EPR, Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez. Hasta hoy no se ha podido establecer ningún vínculo, ni el grupo guerrillero a reivindicado estás muertes por lo que queda preguntar ¿Quién presuntamente los asesinó? ¿A quién estorbaban? ¿Significaban un estorbo alguien en el gobierno federal o estatal?
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