LLAMA EL EPR A UNA REVOLUCIÓN SINDICAL ESTE 1 DE MAYO

Juan José Díaz Bermúdez



El Partido Democrático Popular Revolucionario y el Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR), llamó mediante su comunicado fechado el 29 de abril a una revolución sindical donde se luche por los derechos obreros, en el marco de la celebración del día del trabajo. Aprovecha la misiva para solicitar a los diferentes sindicatos independientes, asumir la lucha de la presentación de los desaparecidos de ayer y hoy, concretamente de Edmundo Reyes Amaya y de Gabriel Alberto Cruz Sánchez, desparecidos el 25 de mayo de 2007 en Oaxaca destacan.
El comunicado del EPR subraya que “con los gobiernos panistas se profundizaron las políticas neoliberales encaminadas a proteger los privilegios intocables de un puñado de oligarcas y políticos que tienen secuestrado al país. Calderón al igual que Fox ha insistido neciamente en imponer reformas de origen y contenido neoliberal que allanen el camino para imponer un régimen político que defienda y proteja intereses y privilegios de ese puñado de explotadores y politicastros”.

Acusan a Felipe Calderón de Hipócrita y agregán que demagógicamente Calderón se presentó, primero como el candidato y después como el presidente del empleo, sin embargo, sólo los incautos creyeron semejante disparate
A estas alturas de su administración, puntualiza el comunicado, el desempleo y el subempleo lacera a millones de familias; el poder adquisitivo del salario ha perdido más del 50%; los pocos aumentos al salario son anulados aún antes de entrar en vigencia; los salarios son tan exiguos que no garantizan bienestar familiar y social, por tanto, los hijos de los trabajadores son víctimas de las enfermedades de la pobreza y la marginación social; y, las condiciones materiales de existencia de la clase trabajadora y su familia son sumamente precarias, porque el salario no alcanza para cubrir las necesidades mínimas de subsistencia.

Refieren que en lugar de trabajo desempleo y subempleo, los pocos que aún conservan su fuente laboral están sometidos a jornadas de sobreexplotación soportando todo tipo de vejaciones y anulación de derechos y conquistas laborales. Política propia de los regímenes neoliberales en donde los sindicatos por su condición pro gobiernista y pro patronal en los hechos desempeñan el papel de cancerberos del capital.

Rechazan el charrismo sindical, que según explican en la historia de nuestro país siempre ha estado al servicio de los oligarcas, hoy llamados eufemísticamente empleadores, con los cuales, según los líderes venales, hay que estar agradecidos porque tienen la voluntad de ofrecer empleo a los millones de parados que componen el enorme ejército industrial de reserva. Las dirigencias charriles siempre han jugado el papel de defensores del priísmo, del panismo y del régimen neoliberal que ambos han impuesto violentamente con las leyes en la mano, ejemplo de ello es la desaparición por decreto presidencial de Luz y Fuerza del Centro (LFC) condenando de un zarpazo autoritario al desempleo absoluto a más de 44 mil trabajadores sindicalizados.

El PDPR-EPR en su comunicado dicen que “demagógicamente el gobierno de ultraderecha que encabeza Calderón, se jacta de haber creado millones de empleos cuando en realidad son más los despidos que se han generado producto de sus políticas patronales, mañosamente las cifras de creación de empleos se maquillan para presentar los temporales por permanentes.

Consideran que la reforma laboral que pretenden imponer Calderón, el PAN, el PRI y los modernos esclavistas, jurídicamente está orientada a anular completamente las conquistas laborales y sindicales logradas en largos años de lucha sindical. Por contenido y esencia es retrógrada porque pretende legalizar la esclavitud moderna de la clase trabajadora en busca de la máxima cuota de ganancia y la sumisión política total, en donde los sindicatos pierden su esencia y sentido de ser, al dejar de defender los derechos e intereses de los trabajadores.

Esta reforma patronal que pretenden imponer los defensores del régimen neoliberal y del sistema de explotación asalariada viola descaradamente los derechos constitucionales, concretamente anula el artículo 123. La pretensión de imponer la reforma laboral, que tiene sus orígenes en la ley Abascal, refleja el grado de las contradicciones entre el capital y el trabajo, en donde el primero reclama a la junta de administración (gobierno) de sus intereses una readecuación del marco jurídico que corresponda al interés del capitalista en garantizar y facilitar el proceso de acumulación del capital, que no es otra cosa que profundizar la explotación del trabajador prolongando e intensificando de diferentes maneras la jornada de trabajo, hecho que se refleja en el “surgimiento” de fortunas escandalosas e inmorales que se disputan un espacio mediático en Forbes, precisan.

Subrayán que hay quienes consideran que el papel de los sindicatos y las formas de lucha que éstos promueven en la defensa de sus agremiados son obsoletas y en su ingenuidad de esta propuesta, sólo atinan en sugerir la defensa de los derechos laborales en el seno de las instituciones burguesas omitiendo deliberadamente que éstas son los instrumentos políticos y administrativos para la dominación de los explotados y oprimidos.

Agregan que lo que necesita la clase trabajadora no son consejos posmodernistas que solamente afianzan las cadenas de la explotación burguesa presentada como democracia y el máximo paradigma político civilizatorio viable.

Manifiestan que los explotados y oprimidos, necesitamos organizar conscientemente la lucha anticapitalista y antiimperialista. La lucha antineoliberal desligada de este carácter no tiene sentido porque solamente aprieta los grilletes de la opresión asalariada y crea falsas expectativas ante los explotados.

Lanzan una oferta como es la de crear una nueva fuerza política electoral partidaria, radicalmente diferente a los partidos políticos institucionales, lo que los explotados requerimos es un instrumento de lucha revolucionaria que organice e impulse el sindicalismo independiente con nuevas características que lance a la lucha a los explotados y oprimidos, primero, por la defensa de sus intereses, que defienda los derechos y conquistas laborales y segundo, que organice la lucha revolucionaria contra los explotadores y opresores “modernos”.

Enfatizan que mientras existan las relaciones sociales de explotación y opresión asalariada el papel de los sindicatos independientes sigue siendo vigente y hoy más que nunca necesario, cierto es que se debe de revalorar las formas organizativas y las tácticas de lucha para que tengan efectividad contra el capital, más esto no significa declinar las banderas de lucha, sino depurarlas de todo principio y forma burguesas. La lucha sindical independiente debe ser organizada y promovida en función de la defensa por todos los medios de los intereses de los asalariados, toda desviación de esta táctica debe ser denunciada como una táctica neocharril.

Sostienen que la lucha sindical independiente y combativa no debe estar circunscrita únicamente a la lucha sectorial. La clase obrera no sólo debe pugnar por la defensa de sus derechos laborales y sindicales, sino también por elevar su nivel de consciencia de clase para que comprenda su papel histórico en esta lucha contra el capital. Despojémonos totalmente de los conceptos ideológicos posmodernistas, neo oportunistas y neo reformistas, una lucha contra el capital es imposible sin entender el papel histórico que a cada uno de los sectores nos corresponde desempeñar en la lucha por el socialismo.

Se dirigen a los obreros a quienes consideran que renunciar a la ideología proletaria como arma ideológica, abandonar las formas organizativas de carácter clasista, renunciar y renegar de la necesidad política de una vanguardia que organice y dirija la lucha contra el capital es condenar al pueblo trabajador a la explotación y opresión eterna.

La lucha del obrero no se puede entender desligado de la lucha de los demás sectores oprimidos, las banderas de aquéllos y éstos son las mismas, por lo tanto la unidad del pueblo resulta imperiosa e impostergable, las demandas de unos deben ser las exigencias de todos. Los presos políticos no deben ser de un sector en específico, debe ser una demanda de todo el pueblo; los detenidos desaparecidos por motivos políticos y sociales son de todos porque un crimen de lesa humanidad es una agresión contra nuestro pueblo, afrenta que no tiene perdón, ni olvido.

Llaman a los obreros a unirse a la lucha que el PDPR-EPR ha sostenido desde el 2007, en la busqueda de sus militantes y a través del comunicado solicitan a todos los sindicatos independientes y organizaciones obreras que incluyan en sus pliegos petitorios, en sus consignas y en sus programas de lucha la exigencia de la presentación de todos los detenidos desaparecidos de ayer y hoy, en concreto la exigencia de la presentación con vida de nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, detenidos-desaparecidos el 25 de mayo del 2007 en la ciudad de Oaxaca.

Les pedimo agregan s como hermanos de lucha que juntos exijamos el juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de estos crímenes de lesa humanidad, que bajo este gobierno antipopular y represivo suman más de 4 mil independientemente que sean por motivos políticos o sociales.

Desde nuestra trinchera de lucha a enarbolar juntos las banderas de la revolución socialista, porque sin ésta seguiremos siendo presa a modo del capital, seguiremos siendo víctimas de la explotación, opresión, y represión, refieren.

Superemos todos la táctica defensiva que hasta hoy se ha impulsado, pasemos a organizar y a impulsar una táctica de lucha defensiva-ofensiva acorde con las exigencias políticas; que este primero de mayo sea el punto de partida para transformar la lucha económica en una lucha política contra el régimen opresivo.

Finalizan con un saludo y un abrazo revolucionario a todos los militantes del PDPR que desarrollan sus tareas tanto en la clandestinidad como en la legalidad burguesa, este primero de mayo para nosotros adquiere importancia en tanto que es un aniversario más de la fundación de nuestro partido.

Al final del documento lanzan una consigna que dice así: “Son 47 años de lucha revolucionaria a la cual no estamos dispuestos a renunciar bajo ningún motivo o circunstancia. Las banderas de la revolución socialista siguen en alto y a toda asta llamando al combate, reivindicando la lucha por la emancipación de toda la sociedad. La revolución socialista sigue siendo el paradigma impostergable de este siglo”.

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