El salvajismo,la crueldad y la ignorancia de San Francisco del Mar

Juan José Díaz Bermúdez



Oaxaca, México a 4 de diciembre de 2016.- ¿Quien mató al comendador?... ¡¡Fuente ovejuna señor!!... Fue la primera muestra escrita en la historia de la impunidad. Por las acciones de un puñado de asesinos se culpó a todo un pueblo, una comunidad en cuyos hombros irá la deshonra, el descrédito y el señalamiento de 
¡¡asesinos!!

El linchamiento y asesinato de Jesús Guillermo López González, sucedido en San Francisco del Mar,Tehuantepec, no es el primero que se da en la región del Istmo; recordemos que por la falta de gobernabilidad derivado de la carencia de solvencia moral de las autoridades y la corrupción de los gobernantes, la sociedad mexicana ha caído en una transición histórica, donde el Estado de Derecho, fue rebasado por el juicio popular y sin mediar la presunción de inocencia,la muchedumbre juzga a los presuntos culpables,los lincha y asesina.

Habrá quien se razgue las vestiduras lanzando alaridos de indignación cuando la sociedad acusa de salvajes a quienes cometieron un crimen con todas las agravantes de la ley, no faltará aquel que diga que fue lo mejor, que el asesinar a un presunto culpable es la ley del pueblo, el uso y la costumbre, quien piensa así y juzga de la misma manera es tan culpable del asesinato, porque incita a que se cometa el mismo error, los linchamientos no solo son responsabilidad de quien los comete, que sería el asesino material, también de los que lo avalan, respaldan y cobijan, son asesinos intelectuales porque solapan y respaldan una acción fuera de la ley, un acto de barbarie y salvajismo que oscurecen a todo un estado como Oaxaca. 

Para la historia, San Francisco del Mar no deja de ser una tierra sin ley,una población donde el CRIMEN ORGANIZADO es quien manda y dicta las acciones que se deben seguir "para mantener la paz y la tranquilidad", no importa a que precio.

Jesús Guillermo López González chófer de reparto de DIPROMED, una empresa que se dedica a la venta y distribución de medicina y que tiene su base de operaciones en Chiapas, estaba en el lugar y la hora equivocada trabajando, como podemos estarlo nosotros, creyendo que acudimos a una población donde la ley y el Estado de Derecho se respetan, suponiendo que estamos como visitantes, de trabajo, o turistas, en una comunidad donde hay autoridades y una policía que resguarda tu integridad y la de tú familia. Hoy sabemos que Jesús Guillermo, era esposo, padre de familia de tres niños, un hijo que cumplía con sus padres y un trabajador con responsabilidad, los asesinos mataron a un hombre que respondía por su familia y han dejado un hueco que será imposible llenar en una familia. 

Cuando vemos escenas macabras, de una persona colgada en el pórtico de la oficina del palacio municipal de San Francisco del Mar, rodeada de presuntos asesinos, los escalofríos recorren todo nuestro cuerpo, nuestra mente se remonta al momento en el que era asesinado el presunto secuestrador, la irá, los gritos, la esencia del hombre primitivo que pide la muerte para un semejante, el salvajismo de una sociedad que recurre a los métodos más tenebrosos según ellos cansados de la ausencia de justicia, sin importarles que se convierten en unos asesinos cobardes como los de San Francisco del Mar, al final de toda la historia no son más que eso, y la realidad los perseguirá hasta el fin de los tiempos,son los actores, asesinos materiales y quienes solaparon el crimen, responsables por omisión ¡¡asesinos y cobardes!!

No dar la oportunidad para que alguien se defienda representa la poca virilidad que tienen en San Francisco del Mar,atacar como jauría rabiosa a un solo hombre, que como Jesús Guillermo estaba atado de manos, golpeado y humillado, es un acto que ni las bestias más terribles hacen, son unos asesinos y la historia y la justicia los juzgará muy pronto. 

Y lo más grave es que los asesinos y cobardes de San Francisco del Mar que cometieron tan horrendo crimen, no son del todo culpables,junto con su presidente municipal y policía, también es responsable por omisión el gobierno estatal y federal por no actuar, ¿donde estaban los infantes de Marina?, ese orgulloso lastre que solo sirve para los desfiles y los honores a la bandera, ¿donde la SEDENA?, que a pesar del recorte presupuestal que tuvieron, siguen pesándole al pueblo por sus gastos exorbitantes, cuando no sirven para nada, ¿donde estaba la policía estatal?, que no fue enviada de inmediato, que hacia José Raymundo Tuñon Jauregui, flamante oficial de la Marina Armada de México y Secretario de Seguridad Pública, acaso andaba persiguiendo al señor Alejandro Murat por las calles de Oaxaca, para demostrar según dicen ¿qué hay paz y tranquilidad en el estado?, señores caminen por las calles, pero como lo hace el pueblo, sin escoltas, sin gente armada, sin ser mediáticos.

Oaxaca es un estado donde el Estado de Derecho no existe, y no habrá cambios en tanto la población no tenga una educación de calidad, en tanto no haya empleos reales, no esos empleos temporales de los que Enrique Peña se jacta. 

El gobierno globalizado que tenemos en México es un gobierno de ocurrencias, un gobierno cuyo combate al crimen a fallado y esa falta de operativos efectivos derivan en acciones fuera de la ley, que serán siempre el pretexto para que los pueblos ignorantes usen para calmar la irá, el rencor, la indignación que como sociedad existe al haber tanto delito y delincuentes del orden común y tantos y tantos funcionarios ladrones que de forma impune presuntamente se roban el dinero público, ejemplos en México los tenemos: Gabino Cué Monteagudo se pasea impunemente después de dejar en bancarrota a Oaxaca, Javier Duarte, Guillermo Padrés, Yarrington,Borges y cientos de funcionarios que roban a México.

Hemos fallado, como sociedad debemos de analizar que haremos, ya no más actos de justicia por propia mano, la muerte de Jesús Guillermo no debe quedar impune, hay en su asesinato, criminales por acción y por omisión, y entre los responsables por omisión se encuentra el recién nombrado Tuñón Jauregui, porque no actuó, también los comandantes de plaza de la policía estatal, Marina Armada de México y SEDENA. Alejandro Murat tiene un gran compromiso en las manos, debe entender que no viene a Oaxaca de turista, ni a caminar las calles en trasnochadas nocturnas, viene a trabajar y debe comenzar por aplicar la ley contra los asesinos de San Francisco del Mar.    





Artículo Anterior Artículo Siguiente