QUINCE AÑOS DE IMPUNIDAD E INJUSTICIA

Juan José Díaz Bermúdez 



A quince años de la desaparición forzada de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, mandos del Ejército Popular Revolucionario, en inmediaciones del barrio del Carmen Bajo en la ciudad de Oaxaca el 25 de enero de 2007, la impunidad sigue imperando.

En la Averiguación Previa PGR/SIEDO/UEITA/047/2008 los familiares de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez denuncian la desaparición forzada de los dos combatientes que fueron reivindicados por el grupo guerrillero Ejército Popular Revolucionario.



En la Averiguación Previa se hace responsable al ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz, Jorge Franco Vargas quien se desempeñaba como Secretario General de Gobierno, entre otros personajes.

¿Que se sabe sobre la desaparición de los mandos del EPR?

Hay diferentes versiones; una la que se toma como base de las denuncias, es que fueron detenidos en operativo conjunto entre fuerzas especiales del ejército, marina, fuerzas de reacción de la policía estatal, CISEN, PGR y Policía Federal Preventiva en el Hotel de El Árbol sobre Calzada Madero en la Ciudad de Oaxaca alrededor de las 12:00 horas del 25 de mayo del 2007



Otra versión es que a través del apoyo de la embajada norteamericana, con agentes infiltrados en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y tras la muerte del agente de la Central de Inteligencia Norteamericana Brad Will, en presunta ejecución llevada a cabo por miembros del EPR en la calle Juárez de Santa Lucía del Camino, fueron ubicados los mandos y detenidos-desaparecidos en casa de seguridad de la Colonia Santa María en la capital oaxaqueña, por supuesto con el apoyo y respaldo del gobierno en turno.



Otra versión que también se investiga es la participación de particulares tras el secuestro de un importante empresario. Los familiares habrían actuado en venganza contra los mandos que dirigieron el secuestro, en esta versión llama la atención la participación de Jorge Franco Vargas al cual señalan por haber participado directamente en la operación por parte de integrantes de una empresa de alta gama de intervención militar.



Hay un sinnúmero de versiones e historias.

Lo cierto es que hoy a quince años la impunidad sigue estando presente, los autores por omisión y complicidad cambiaron solo de partido, pero están ahí, sin castigo, renovados para seguir delinquiendo.


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