¡NOS RODEAN LOS FANTASMAS DEL 68!

Juan José Díaz Bermúdez


Adolfo Hitler usó a los jóvenes para sus fines tenebrosos



Oaxaca, México (Punto y Aparte).- El fascismo de izquierda es real al igual que la manipulación de la consciencia de aquellos que como los jóvenes son arcilla en manos del alfarero. Andrés Manuel López Obrador, candidato de las izquierdas se está equivocando una vez más. Al igual que lo hizo en el dos mil seis impulsado la violencia, hoy en el dos mil doce, sutilmente toma a un sector que como el de los jóvenes ha sido poco atendido, para lanzarlo de punta de lanza en sus maniobras políticas-electorales, con manifestaciones casi ingenuas que podrían ser una explosión espontanea de la rebeldía juvenil, sin embargo este tipo de eventos serán utilizados como así será por López Obrador, cuando el primero de julio pierda por segunda ocasión la Presidencia de la República.


Cual es el objetivo de López Obrador, ¿porque lanza a presuntos universitarios a protestar contra Enrique Peña Nieto candidato del PRI-Verde Ecologista? Un abanderado que por cierto encabeza las encuestas y las preferencias. El organizar marchas de repudio contradice no solo el proceso electoral, justifica esa forma intolerante de un personaje que como Andrés Manuel López Obrador, en el dos mil seis, tomó las calles, se plantó en la ciudad de México y protestó como Presidente legitimo, una forma burda de mostrar el berrinche que no lo dejaba vivir al haber perdido contra Felipe Calderón a quién calificó de Presidente espurio. El señor López es eso, un sujeto que a sus años tiene cóleras infantiles que lo llevan a tomar decisiones imprudentes y equivocadas.


Por eso es preocupante que el caudillo tome a un puñado de universitarios como punta de lanza para enviarlos a combatir en las calles con la promesa que elevará la matricula, comprometiéndose a desechar el examen de admisión a las universidades, un error garrafal, que al final será una mentira más de las que acostumbra decir este sujeto, ya que es imposible pensar que a una universidad entre cualquier individuo sin presentar un examen.


Al igual que Adolfo Hitler con sus juventudes hitlerianas, Benito Mussolini con sus camisas negras, hoy López Obrador promueve la figura de las juventudes López obradoristas, las que no dudará en usar para sus fines maquiavélicos y deformes a través de mentiras y promesas de un cambio que al final no llegará.


Si de por si es un peligro un Mesías en la política, que podemos esperar de un caudillo que bajo mentiras manipule a los jóvenes para usarlos en manifestaciones y protestas supuestamente espontaneas, que pudieran llevar a un enfrentamiento con la fuerza pública.


Los mexicanos no queremos otro 68, los jóvenes no deben ser usados como porros para fines electoreros de partidos de izquierda. Hay investigaciones que podrían demostrar que agitadores profesionales se encuentran impulsando este tipo de actividades extra escolares en las universidades. Muy aparte que se lleven a cabo en contra de candidatos o no, podría ser un peligro ya que históricamente la manipulación de los jóvenes en cualquier país ha resultado en tragedias que la historia guarda tristemente en sus memorias.


Se habla de sujetos identificados a los grupos chavistas que tienen su base de operaciones en una Universidad pública, los mismos que en 2006 operaron en Oaxaca organizando a miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Aunque es una hipótesis, en estos momentos instituciones de seguridad investigan, la realidad que existe detrás de estas manifestaciones, que no son la ingenuidad, como se pretenden mostrar, y que con eso c se quiere demostrar el apoyo de los jóvenes al desfasado candidato de las izquierdas en México.


Los mexicanos no quieren otro 68, sin embargo ese fantasma empieza ha aparecer en México, tal como lo dijo Ignacio Taibo II, “los fantasmas nos rodean”, durante el mitin de López Obrador en la plaza de Tlatelolco. Ojalá que haya sido una frase al aire, que no haya sido el subconsciente que habla de una tragedia anunciada.


La violencia genera violencia y en este caso López Obrador tiene que ser responsable ante la historia de la manipulación que hace de los jóvenes a quienes está engañando.


Nos necesitamos otro 68 en México. Los jóvenes universitarios no deben ser carne de cañón de ningún partido político, mucho menos del Mesías Andrés Manuel López Obrador.

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