Juan José Díaz Bermúdez/Análisis
Oaxaca, México (Punto y Aparte).- En el enfrentamiento del quince de febrero, conocido como “martes negro” en Oaxaca, México, habrían participado integrantes de la guerrilla, al parecer filmados cuando se enfrentaban con elementos de la Policía Estatal Preventiva y Policía Federal Preventiva, en el marco de la visita de Felipe Calderón Hinojosa a la ciudad capital, según datos en poder de oficinas de seguridad pública estatal y federal.
Según trascendió hay cuatro videos donde se identifica a por lo menos tres personas que a decir de inteligencia federal, podrían pertenecer al Ejército Popular Revolucionario (EPR). En algunas tomas que fueron aportadas por medios nacionales, se aprecia según la tarjeta informativa, que en el primer altercado que sucedió en las calles de Guerrero y Armenta y López en la ciudad de Oaxaca, se puede ver que un hombre de estatura regular con una gorra en color blanco, identificado como “Roberto”, trae en una mochila piedras, así como cuetes de fabricación casera que fueron usados más tarde en contra de elementos de la PFP.
El mismo sujeto, habla con una mujer que lleva gorra en color negro, la cual carga en la espalda una mochila, de donde sustrae una caja que según los expertos podría contener una esc uadra, el arma discretamente se la entrega a un joven de una edad aproximada a los 20 años el cual se la lleva a la cintura y se aleja del lugar. La mujer podría ser a decir de la fuerza pública “Esmeralda”, presunta combatiente del EPR. El sujeto que se alejó con el arma corta, sería un guerrillero de reciente ingreso, aunque hay quienes lo relacionan con un elemento de la guerrilla conocido como “Esteban”.
Con está información el gobierno de Felipe Calderón, trata de demostrar que aquel 15 de febrero no fue una marcha espontanea, mucho menos un enfrentamiento surgido al calor de la euforia. Fue planeada y ejecutada para hacer explotar a la sociedad civil en Oaxaca, no se multiplicó porque se olvido convocar a más elementos para enfrentar a la PFP.
Veamos: Los videos de los que habla la PFP no son públicos y al no ser públicos, podrían ser objeto de dudas, aunque el beneficio de la duda les podría dar la razón. Hablan de dos hombres y una mujer, presuntamente identificados al EPR, que suponemos deben estar en la base de datos, porque se les ha dado un seguimiento policial de tal modo que son fácilmente identificables, sin embargo, no se robustece la teoría, ya que un video no puede ser pieza fundamental en una investigación de estas características, máxime cuando se afirman nombres de presuntos guerrilleros sin consolidar y ampliar esa indagatoria y establecer fielmente que a los que señalan pertenezcan a grupos en la clandestinidad.
No se analiza que otros factores incidieron para pensar que en el enfrentamiento del 15 de febrero la guerrilla estuvo presente.
Algo que si es cierto, es que, la movilización que se llevó a cabo por parte de la población, profesores y estudiantes, así como los enfrentamientos posteriores, no fueron planeados ni dirigidos por la guerrilla, más bien parecía la espontanea hilaridad de jóvenes que pretendían revivir el 2006, generando un escenario para lograr una represión mayúscula que permitiera obtener una bandera que les redituara permanencia en una lucha popular, que nada tenía que ver con guerrilla.
¿Porque se trata de pintar un escenario con la presencia de la guerrilla? Parece que el gobierno federal, intenta ligar a la sección XXII del SNTE con la guerrilla, una práctica que ha sido común y que obedece a un plan ideado por Calderón y sus socios del PAN, al criminalizar la protesta y la lucha popular, de tal forma que en cada manifestante ven a un guerrillero potencial.
Es preocupante que se presente de esta manera la visión del gobierno federal alrededor de las manifestaciones populares, debido a que a cualquier persona que capte la lente de los medios de comunicación, podría ser objeto de una investigación de seguridad nacional, un delito que originaría la desaparición forzada de quién o quienes son investigados, ya que en México ser opositor al gobierno conlleva un castigo mayor que ser narcotraficante, según plantean los maestros de la sección XXII del SNTE, sindicato opositor al gobierno con una fuerte presencia en Oaxaca, México.
Las investigaciones continúan en México sobre el enfrentamiento del 15 de febrero de 2011, ya que levantó una serie de conjeturas, que permitieron considerar que la guerrilla eperrista, podría estar ganando terreno con la capacitación de jóvenes proletarios en guerrilla urbana, así como la participación de los mismos en las luchas internas de los diferentes sindicatos que se dicen democráticos, como fuerza de choque para dominar al opositor.
Entre tanto México se convierte en un país, donde el avance de los grupos armados políticos y del narcotráfico se consolida, sin embargo los resultados los tendremos a corto plazo, debido a que los jóvenes que podrían estar siendo entrenados tanto por la guerrilla como por el narcotráfico, serían el día de mañana los mercenarios que se alquilaran para ejecuciones o la formación de grupos delictivos. Podríamos estar en México, ¿frente a la versión mexicana de los Mara Salva trucha?
Oaxaca, México (Punto y Aparte).- En el enfrentamiento del quince de febrero, conocido como “martes negro” en Oaxaca, México, habrían participado integrantes de la guerrilla, al parecer filmados cuando se enfrentaban con elementos de la Policía Estatal Preventiva y Policía Federal Preventiva, en el marco de la visita de Felipe Calderón Hinojosa a la ciudad capital, según datos en poder de oficinas de seguridad pública estatal y federal.
Según trascendió hay cuatro videos donde se identifica a por lo menos tres personas que a decir de inteligencia federal, podrían pertenecer al Ejército Popular Revolucionario (EPR). En algunas tomas que fueron aportadas por medios nacionales, se aprecia según la tarjeta informativa, que en el primer altercado que sucedió en las calles de Guerrero y Armenta y López en la ciudad de Oaxaca, se puede ver que un hombre de estatura regular con una gorra en color blanco, identificado como “Roberto”, trae en una mochila piedras, así como cuetes de fabricación casera que fueron usados más tarde en contra de elementos de la PFP.
El mismo sujeto, habla con una mujer que lleva gorra en color negro, la cual carga en la espalda una mochila, de donde sustrae una caja que según los expertos podría contener una esc uadra, el arma discretamente se la entrega a un joven de una edad aproximada a los 20 años el cual se la lleva a la cintura y se aleja del lugar. La mujer podría ser a decir de la fuerza pública “Esmeralda”, presunta combatiente del EPR. El sujeto que se alejó con el arma corta, sería un guerrillero de reciente ingreso, aunque hay quienes lo relacionan con un elemento de la guerrilla conocido como “Esteban”.
Con está información el gobierno de Felipe Calderón, trata de demostrar que aquel 15 de febrero no fue una marcha espontanea, mucho menos un enfrentamiento surgido al calor de la euforia. Fue planeada y ejecutada para hacer explotar a la sociedad civil en Oaxaca, no se multiplicó porque se olvido convocar a más elementos para enfrentar a la PFP.
Veamos: Los videos de los que habla la PFP no son públicos y al no ser públicos, podrían ser objeto de dudas, aunque el beneficio de la duda les podría dar la razón. Hablan de dos hombres y una mujer, presuntamente identificados al EPR, que suponemos deben estar en la base de datos, porque se les ha dado un seguimiento policial de tal modo que son fácilmente identificables, sin embargo, no se robustece la teoría, ya que un video no puede ser pieza fundamental en una investigación de estas características, máxime cuando se afirman nombres de presuntos guerrilleros sin consolidar y ampliar esa indagatoria y establecer fielmente que a los que señalan pertenezcan a grupos en la clandestinidad.
No se analiza que otros factores incidieron para pensar que en el enfrentamiento del 15 de febrero la guerrilla estuvo presente.
Algo que si es cierto, es que, la movilización que se llevó a cabo por parte de la población, profesores y estudiantes, así como los enfrentamientos posteriores, no fueron planeados ni dirigidos por la guerrilla, más bien parecía la espontanea hilaridad de jóvenes que pretendían revivir el 2006, generando un escenario para lograr una represión mayúscula que permitiera obtener una bandera que les redituara permanencia en una lucha popular, que nada tenía que ver con guerrilla.
¿Porque se trata de pintar un escenario con la presencia de la guerrilla? Parece que el gobierno federal, intenta ligar a la sección XXII del SNTE con la guerrilla, una práctica que ha sido común y que obedece a un plan ideado por Calderón y sus socios del PAN, al criminalizar la protesta y la lucha popular, de tal forma que en cada manifestante ven a un guerrillero potencial.
Es preocupante que se presente de esta manera la visión del gobierno federal alrededor de las manifestaciones populares, debido a que a cualquier persona que capte la lente de los medios de comunicación, podría ser objeto de una investigación de seguridad nacional, un delito que originaría la desaparición forzada de quién o quienes son investigados, ya que en México ser opositor al gobierno conlleva un castigo mayor que ser narcotraficante, según plantean los maestros de la sección XXII del SNTE, sindicato opositor al gobierno con una fuerte presencia en Oaxaca, México.
Las investigaciones continúan en México sobre el enfrentamiento del 15 de febrero de 2011, ya que levantó una serie de conjeturas, que permitieron considerar que la guerrilla eperrista, podría estar ganando terreno con la capacitación de jóvenes proletarios en guerrilla urbana, así como la participación de los mismos en las luchas internas de los diferentes sindicatos que se dicen democráticos, como fuerza de choque para dominar al opositor.
Entre tanto México se convierte en un país, donde el avance de los grupos armados políticos y del narcotráfico se consolida, sin embargo los resultados los tendremos a corto plazo, debido a que los jóvenes que podrían estar siendo entrenados tanto por la guerrilla como por el narcotráfico, serían el día de mañana los mercenarios que se alquilaran para ejecuciones o la formación de grupos delictivos. Podríamos estar en México, ¿frente a la versión mexicana de los Mara Salva trucha?