¿SIGUE SIENDO AMLO UNA AMENAZA PARA MÉXICO?

Juan José Díaz Bermúdez

       Andrés Manuel López Obrador, tomando protesta como “presidente legitimo” en el 2006. (Fotografía Reuters)

 

Oaxaca, México (Punto y Aparte).- El candidato de las izquierdas , ¿sigue siendo una amenaza para México? Estatizar Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos así como el 50 por ciento de las AFORES, significará que Andrés ManueL López Obrador, tiene como objetivo el iniciar su mandató en caso de ganar las elecciones en julio, estatizando a las instituciones que según su visión política representan una amenaza de inversión privada, el pretexto en el que se basaría sería sin duda que México estaría perdiendo la soberanía. Servirá para nuestra patria un retroceso, ¿como el de 1982?


El hecho de pretender estatizar el cincuenta por ciento de las Afores, es decir, disponer de 782 mil millones de pesos para inversiones en el sector energético, y así lograr el sueño populista que tiene de rescatar a Pemex de la inversión extranjera, sería un proyecto viable ¿que beneficiaría al país?, ya que al invertir en Pemex y CFE estatizaría de está manera esas dos paraestatales, lo que repercutiría en una economía gubernamental.


Está acción sería el primer paso, que tendría un efecto inmediato que le serviría al populista El Mesías, insistir en poner en marcha una política en el cobro de impuestos extraordinarios, debido a que habría que mantener la operatividad de Pemex y CFE, ya que juntas no son auto suficientes para mantenerse a flote, necesitan sin duda de inversiones indirectas de empresas privadas para poder subsistir. Lo grave aquí, es que el pueblo de México llevaría sobre sus hombros empresas que podrían ser operativamente factibles sin necesidad de ser administradas por el Estado, que históricamente han terminado en un fracaso, debido a que la estatización procura por lo regular la corrupción de los funcionarios que se hacen cargo de las empresas gubernamentales.


El proyecto a futuro de López Obrador, podría ser, el estatizar la banca privada, así como tazar la posesión de autos, casas, servicios, o sea que López Obrador aplicaría para México un plan nacionalista-populista, con la mentira de rescatar al país de la inercia que vive y la supuesta bancarrota en la que el Partido Acción Nacional dejaría a nuestra patria.


López Obrador tiene el firme propósito de crear un Banco Central, modelo con el cual intentaría mantener bajo la estrategia económica y financiera del presidente en funciones al Banco de México. Habría que tener cuidado, darle a un El Mesías todo el poder militar, económico y social, sería para los mexicanos el retroceso a la tiranía de un dictador al estilo de Fidel Castro Ruz o Hugo Chávez.


En la reciente estatización de una empresa española en Argentina, tan solo Hugo Chávez y el Partido de la Revolución Democrática de México, elogiaron las acciones de Kirchner. ¿Qué mensaje encierra esto? Tal vez, que el Partido de la Revolución Democrática, propone un modelo económico donde la estatización ¿sea el rumbo a seguir? Habría que estar alerta, si llegara AMLO, el populismo, paternalismo, al estilo de los viejos regímenes totalitarios, llevaría a México al fracaso y retroceso, con la directriz de un Cristo político, que de entrada ha dicho que no es corrupto, se dice inmaculado y el salvador de México. El peligro será cuando constitucionalmente se le de poder a un sujeto que no mide los tiempos entre la realidad y la fantasía ideológica. Un El mesías, tiene el peligro de convertirse en un déspota.


En la reforma al sistema de pensiones que AMLO busca, el Estado, usaría algo así como 782 mil millones de pesos, que servirían para inversión en la industria energética. Hay que puntualizar que este proyecto fue presentado ante el Instituto Federal Electoral, como uno de los puntos prioritarios del gobierno de López Obrador. Parte de los objetivos de esta reforma sería liberar recursos para la inversión en infraestructura del sector energético: gas, electricidad y petroquímica”explica el documento. Es una franca estatización sin duda.


De entrada la reforma que AMLO pretende, violaría los derecho humanos de cada uno de los trabajadores que tienen sus ahorros en este sistema, sin embargo como se puede ver, esto no importa a López Obrador, que tiene como objetivo de llegar a la presidencia, estatizar las AFORES en un 50 por ciento, para su proyecto nacionalista de las empresas energéticas.


El 9 de abril de 2012, en conferencia de prensa, López Obrador, insistió después de anunciar corrupción, -sin pruebas por supuesto- en Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos, que la solución que planteaba era la de cancelar contratos con empresas nacionales y extranjeras que mantienen con las dos empresas antes mencionadas y estatizar a estas instituciones conforme lo marca la Constitución de México, sin duda la política económica que busca el candidato de las izquierdas en México es un retroceso con graves repercusiones sociales en nuestro país. La versión disfrazada de la estatización que AMLO plantea, es que, el estatizar Petróleos y CFE, liberará fondos para el desarrollo, sin duda este discurso ya lo hemos escuchado en Venezuela en voz de Hugo Chávez.


Un Mesías, siempre representará una amenaza en la política de un país, sobre todo para las familias que en el habitan. El Mesías político es un personaje que se oculta detrás de una careta de amabilidad-recordemos el amor y paz-, aunque no debe olvidarse que alguna vez dijo “al diablo las instituciones”. Es un sujeto que se lava las manos como el imperialista Pilatos y hasta se dice inmaculado e incorrupto. El peligro es que este tipo de personas se creen sus propias mentiras y las explotan políticamente, al grado que llegan a inculcar en la opinión pública, esa falsa careta de redentores y al final sus dictaduras son terribles. Como ejemplo tenemos a Cuba y Venezuela. Son los peores represores que el mundo ha tenido, lo preocupante es que a México llegue un El Mesías que convierta a este país en una dictadura Constitucional. Un Mesias que en el 2006 tomó protesta como "Presidente legitimo" de México. ¿Podría confiarse en una persona que comete ese tipo de disparates políticos?

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