LA FALSA CARA DEMOCRÁTICA DE UN GOBIERNO REPRESOR




Juan José Díaz Bermúdez

Oaxaca, México ( Punto y Aparte).- Los hechos lamentables de represión del Estado, que vivió Oaxaca el martes quince de febrero, son una muestra que las heridas sociales aún están abiertas, que se necesita convencer a todo un pueblo, que la intención de gobernar es justa, que se va a lograr la paz y el progreso con acciones reales, de fondo, que vayan a la médula de los conflictos, que se actúe en consecuencia para resarcir el daño que le han hecho a nuestro estado, funcionarios corruptos, que aún se pasean impunemente, exhibiendo sus riquezas mal habidas.

Hay que decirlo, la actitud de Gabino Cué fue imprudente, demostró inmadurez, antepuso el orgullo y la soberbia, poniendo en jaque mate a quienes lo apoyaron para llegar al gobierno, como fue la sección XXII y la APPO.El pedir disculpas no lo exime ni le resta responsabilidad, sólo confirma que el mandatario oaxaqueño tiene la firme convicción de usar la fuerza, máxime si es federal para acallar las voces de quienes habrían sido sus aliados como ha sido la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y la Sección XXII.

Un gobernante no tiene porqué ser déspota y autoritario, bien pudo dialogado y abierto los cauces para que los maestros manifestaran su descontento, pero no lo hizo, simplemente cumplió agrediendo, usando por cierto a los federales preventivos que llegaron con odio a tratar de asesinar a oaxaqueños. No deben equivocarse aquellos que ven una alianza en la que ni todos son invitados, ni todos estan a gusto.

Sólo habría que discrepar del pedir disculpas ¿Por qué Gabino Cué tiene que disculparse, de lo que vinieron a realizar policías federales? En todo caso, quien debería de estar pidiendo perdón, no sólo a los oaxaqueños sino a todo México, es Felipe Calderón, por su incapacidad, por los ríos de sangre que corren a consecuencia de una guerra que está muy lejos de ganarse, una guerra que se antoja multinacional,porque del lado de la delincuencia, hay mercenarios de otros países, sobre todo de Estados Unidos. Se disculpó, porque en contubernio con Calderón ordenaron el ataque a los maestros y al pueblo que salió a reclamar su actitud provocadora y agresiva.

Quienes vinieron a agredir y provocar a los profesores fueron los policías federales preventivos y el estado mayor presidencial. No podemos compartir la declaración de aquellos que le quieren restar convocatoria a la sección XXII, algunos como Flavio Sosa Villavicencio, que salió más papista que el papa.En tribuna en el Congreso estatal de Oaxaca, argumentó que los que prendieron fuego al tráiler el día 15 de febrero, fueron dos sujetos con capucha, quienes se desplazaban a bordo de una motocicleta, enviados, según dijo, por funcionarios del gobierno anterior.
¿Porqué miente el diputado Flavio Sosa? quedó desacreditado ¿por eso recurre a esas artimañas? Con esas mentiras flaco favor le hace a Gabino Cué, que dijeron algunos diputados de la coalición, no necesita de defensores.¿Porqué entonces Flavio Sosa arremete en tribuna en el Congreso con engaños? cuando los periodistas que estuvimos en los hechos, que fuimos testigos de las acciones, en el lugar donde quemaron el tráiler del estado mayor presidencial, sabíamos que fueron cuatro jóvenes, todos ellos sin taparse el rostro, los que ejecutaron esa misión, incluso usando pedazos de chamarra que fueron sustraidas de una camioneta de la policía municipal preventiva de Oaxaca. ¿Qué trata de mostrar Flavio Sosa, haciendo ese tipo de declaraciones mentirosas? ¿porqué sumarle más sospechas a este hecho? Con este perfil, que demostró el señor Sosa, pone en tela de duda que el incidente se hubiera salido de control, o tal vez intente colocar un asterisco a la hipótesis que todo fue un acto montado, para dejar a Gabino Cué como el político del año. Un teatro donde la policía federal preventiva usó todo el rencor y odio para ultrajar los derechos de los oaxaqueños, justificándose, por cierto, aquellos funcionarios de Gabino Cué, al dejar en tela de duda que habrían regresado las huestes de Ulises Ruiz Ortiz, no aceptan que como alianza hay fisuras y estas terminaran por generar otro 2006.
Todos pudieron haberse tragado el hecho que el enfrentamiento había salido de control, de un mal entendido, alguien lo provocó, es cierto ¿porqué entonces no pensar que desde el interior del gobierno de Oaxaca, hay quienes le siguen apostando a la violencia para Oaxaca? tratando de colocar a Gabino Cué contra la pared, es decir sus amigos sumando errores contra el mandatario de la coalición. No aceptan que su falta de oficio político llevó a este laboratorio a futuro.

Con esos amigos para qué quieres enemigos. Es curioso que se trate de mentir de un incidente, donde jamás participó un par de sujetos con capucha a bordo de una motocicleta. O al diputado Sosa del Partido del Trabajo y ex vocero de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, le dieron mal los datos, o ya se volvió mitómano, porque no es cierto que hubieran participado esos sujetos, por cierto, tan mencionados por el en el 2006, esos ejecutores, sicarios, tan temidos porque iban siempre con las famosas volantas de la muerte, ¿O es que también eso fue una mentira? Se sospecha, porque las mentiras pueden ser una forma de ser de las personas.

Es de llamar la atención también, que los esbirros de Calderón hubieran tenido como consigna agredir a periodistas oaxaqueños, sobra decir, que el gobierno de Oaxaca ha demostrado una actitud altanera y agresiva contra periodistas y medios de comunicación. El 15 de febrero, la PFP buscó y monitoreaba periodistas para agredirlos y herirlos, como sucedió con varios compañeros, uno de ellos Gildardo Mota, que fue herido en la pierna por un proyectil de arma de fuego. Todos los reporteros agredidos jamás recibieron la atención de la Cruz Roja para ser trasladados de emergencia. Gildardo Mota fue llevado a bordo de una motocicleta a recibir los primeros auxilios, la institución de socorro no se apiadó de los heridos, sólo se limitó a observar, qué lástima.

Lo cierto es que los gorilas amaestrados de la PFP, se dieron el lujo en nuestra propia tierra, de agredir a todo aquel que llevará una cámara fotográfica, un chaleco y más si era periodista. Hasta hoy no se ha escuchado que Gabino Cué haya condenado la actuación de las fuerzas represoras de Felipe Calderón por las agresiones contra los comunicadores. Los represores, todos ellos militares disfrazados de policías,portaban armas cortas debajo de sus chalecos, y que por cierto accionaron. Fue por una filmación de video de dos elementos de la PFP que guardaban sus armas en la calle de Morelos esquina con Andador turístico, que el que escribe quiso ser retenido por elementos de la PFP, nefasta corporación militar que ha hecho un grave daño a México. Se me quitaron dos cámaras pequeñas y tres credenciales, dos para votar con fotografía, una de ellas de mi esposa, y la de Punto y Aparte. Un sujeto, que más bien parecía drogado, que se dijo militar, comenzó delante de testigos todos ellos compañeros de prensa, que trataron de convencer que yo era parte del gremio periodístico, por cierto desde hace 30 años, no pudieron lograr que los abusivos policías hicieran de las suyas porque también fueron amenazados. De esa forma violaron los derechos humanos de miles de oaxaqueños. La razón por la que intimidaron, fue porque los grabé cuando escondían sus armas, cuando ellos argumentaban que venían desarmados. La prueba está que se me robó la memoria de la cámara de video e hicieron desparecida mi credencial, que me identifica como periodista,todo ésto para presionar y no dijera que ellos iban armados, que accionaron las mismas contra los profesores y periodistas.

La pregunta ¿quién provocó todo esto, quién fue el irresponsable que mintió a Calderón para que viniera a Oaxaca? donde ha sido declarado no sólo por los maestros, sino por varios gremios, una persona non-grata.¿Porqué se trata de mostrar un panorama que no existe? no hay maridaje entre el magisterio y Gabino Cué, existen diferencias que explotaron, máxime si alguien preparó todo para que así fuera.

No hay duda, al interior del gobierno de Gabino Cué hay traidores. El gobernador tiene forzosamente que investigar quién le tendió la trampa. ¿Fue falta de operadores políticos? ¿o es que acaso el gobernador de Oaxaca piensa que tiene controlado al magisterio? No lo creo, hay diferencias y distancias,y él lo sabe. Es obvio que la trampa fue sutil, es más, alguien desde dentro o fuera, puso a Gabino Cué durante 7 horas a punto de renunciar. ¿Qué hubiera pasado si Marcelino Coache hubiera muerto? ¿Que habría pasado si la bala que los policías federales dirigieron contra Gildardo Mota, hubiera hecho blanco en la cabeza? Gabino Cué habría caído, porque la revuelta siguiera hasta estos momentos, así hubieran traído a todos los represores habidos y por haber, el pueblo de Oaxaca es heróico y combativo. El gobernador Cué debe entender que hay enemigos al interior de su gobierno que le siguen dorando la pildora, y tal vez es un Judas que moja el pan en el mismo plato. La actitud que asumió Gabino Cué fue criticable. Como gobernador debe revalorar todo lo que lo rodea. Las acciones de la APPO, fueron espontáneas, estaban dirigidas a protestar por la presencia de Felipe Calderón. Habría que profundizar¿Son las acciones de Ulises Ruiz ó el intento fallido de una tragedia para exhibirlo y quitarlo del poder, el fuego amigo de aquellos que esperaban la mesa llena de manjares,que no han podido ver? De entrada la sección XXII y la APPO, demostraron que no respaldaran a un gobierno de intereses, aliado del fascismo. Mientras tanto los millones y millones de pesos comenzaron a distribuirse entre medios nacionales para que mientan y pongan de rodillas a la sección XXII. Lo que no debe olvidar el Estado, es que a sus maestros los apoya el pueblo de Oaxaca.

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