La hipótesis de un secuestro
Juan José Díaz Bermúdez
A nueve meses de la desaparición de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, combatientes del Ejército Popular Revolucionario ( EPR), han sido varias las hipótesis que surgen como parte de las investigaciones de los analistas, otras filtradas por los grupos de inteligencia del Estado; sin embargo, cada una tiene su verdad y sus filtros para obsequiar medias mentiras y medias verdades.
Hay quienes dicen que la detención de los dos guerrilleros, se llevó a cabo el 24 de mayo de 2007, en el hotel “El Árbol”, propiedad de la señora Adriana Vez, hermana de quien fuera secretario particular de Diódoro Carrasco Altamirano, ex gobernador de Oaxaca, y uno de los principales cazadores de combatientes del Ejército Popular Revolucionario ( EPR) en Loxicha. Por cierto, el tío del ex gobernador Carrasco, el ingeniero David Palacios García, fue secuestrado el viernes 21 de marzo, por tres sujetos fuertemente armados, en el interior del restaurante “ El Colibrí, en céntrica calle de Oaxaca.
El 24 de mayo de 2007, los detenidos en ese operativo fueron vistos por los empleados, y por sus rasgos, según testigos que analizaron las fotos de los desaparecidos, aseguran que no eran Edmundo Andrés Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, los que fueron aprendidos en la habitación 14 de ese hotel, en aquella ocasión las cuatro personas que cayeron en manos de la justicia, tres hombres y una mujer, demostraron que eran personal de la Procuraduría de Justicia de Chiapas, según afirman los trabajadores del hotel, todos los detenidos tenían acento idéntico a los habitantes de ese estado. Por instrucciones de los dueños, los empleados fueron separados de sus cargos tres días después de esta incursión, la mayoría incrustados en hoteles diversos de la periferia y Centro Histórico. Se debe incluir también, la desaparición de Francisco Paredes Ruiz, quien se encuentra desaparecido, aunque de él no hay quien reclame como organización armada su presentación urgente.
Al parecer, el ejército mexicano junto con grupos especiales de la policía preventiva y ministerial, llevaron a cabo tres operativos, precisamente ese día 24 de mayo de 2007: uno en el hotel “El Árbol”, otro en el hotel Del Bosque, ubicado en la carretera internacional esquina Cedros de la colonia del mismo nombre, frente a la 28 zona militar, y el otro operativo en una casa de la colonia “mi ranchito” en Xoxocotlán. El operativo del centro histórico fue el más voluminoso, pero no el más importante, el operativo de el Hotel del Bosque fue apoyado por un helicóptero artillado ¿en cuál de los tres fueron aprehendidos los dos combatientes?
Empleados de la torre de control del aeropuerto “Benito Juárez”, recuerdan que ese 24 de mayo de 2007, un helicóptero del ejército mexicano solicitó permiso para sobrevolar el espacio de la ciudad de Oaxaca, sin embargo, regresó a su base a las 11:50 horas, tras apoyar a un grupo especial que realizó un operativo en inmediaciones del hotel “El Bosque”, es decir, llevaron a cabo una operación quirúrgica y retornaron.
Lo anterior ha sido respaldado por empleados, sin embargo, se han negado a ofrecer más pruebas, debido a que fueron condicionados para no revelar detalles de esos operativos.
Hay que resaltar que el Hotel “El Bosque” se encuentra frente a la zona militar y desde sus cuartos se puede ver a la perfección el cuartel del Estado Mayor.
Con esto surgen miles de preguntas ¿el EPR preparaba un atentado contra altos mandos del ejército mexicano en Oaxaca? ¿Por qué ubicar a dos de sus combatientes y estrategas frente a la zona militar?
De concretarse y ser cierta esta versión, se demuestra que los dos desaparecidos no eran analistas del conflicto del 2006, como dijo en un principio ese grupo armado.
Con esta hipótesis queda obsoleta aquella que dice que los dos eperristas fueron aprehendidos en el Hotel “El árbol”, sin embargo, ¿Por qué llevar a cabo tres operativos?
Por norma militar, siguiendo el manual de alerta general, cuando se realiza un gran operativo se disfrazan otros objetivos para evitar respuestas del enemigo, en este caso se siguió con el objetivo de distraer, y de esta manera evitar que el EPR supiera en realidad en dónde y a quién habían detenido. Al parecer, las precauciones lograron su objetivo, ya que fue varios días después, el 30 de mayo , cuando los integrantes de la comandancia regional, al no tener contacto con los combatientes y no reportarse estos a sus bases, emiten la alerta roja para que todas las unidades se concentraran, ante el temor de ser detenidos un número mayor de guerrilleros, incluso erró en un principio la comandancia general, al ofrecer datos contradictorios, como se demuestra en el documento del 5 de junio de 2007, ya que confundían la hora de la detención, asegurando que el operativo se había realizado entre las 8 y 10 de la noche, en el mismo documento que la CG-EPR envía, se da de manera cuestionada a priori, la posibilidad de que mueran los dos desaparecidos, ya que según el EPR “no hablarían” ante el tormento sufrido.
Según el manual militar, el siguiente paso hubiera sido el desmantelar las unidades eperristas, sobre todo en Oaxaca, esto no se llevó a cabo, ¿acaso los guerrilleros no hablaron? ¿Murieron en el interrogatorio? Hay varias preguntas que el tiempo contestará, pero una de ellas sigue taladrando la posición de los eperristas ¿en verdad fueron detenidos los guerrilleros en cuestión? ¿O es que estos acordaron un pacto con el gobierno federal? ¿fueron señalados por integrantes del mismo EPR, los cuales hoy pudieran gozar de las garantías de testigos protegidos?
Se hablaba reiteradamente en la APPO, que agrupaciones clandestinas preparaban un atentado contra altos funcionarios federales y del estado en los meses anteriores a la presunta detención, para llevarse a cabo el 14 de junio de 2007, viene el operativo y los rumores dejan de escucharse.
¿Fueron o no detenidos Edmundo Andrés Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez? ¿Se entregaron a las autoridades a cambio de ofrecer información de la agrupación y hoy viven con otra identidad? ¿acaso fueron víctimas de sus propios compañeros revolucionarios?
El comunicado del Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos, uno de los grupos considerados de sólida ideología, en su comunicado del 14 de febrero de 2008, plantea una serie de precisiones, pareciera un ensayo de traiciones, desencuentros y aventuras, ubican algunos datos que podrían ser claves para entender la desaparición forzada (hablando estrictamente en la presunción) de los dos combatientes y de mil y una posibilidades.
Destaca este párrafo : “En nuestra opinión la Juchiteca puede estar todavía protegida por el mal gobierno, puesto que a algunos luchadores sociales detenidos y torturados les han ofrecido becas en el extranjero, previo cambio de identidad y hasta de fisonomía, siempre y cuando entreguen a alguien de mayor responsabilidad en su organización”.
Se refieren a Ruth Yuridia Orozco (a) “la juchiteca”, pero ¿quiénes son los luchadores sociales detenidos y torturados? ¿Acaso Edmundo Andrés Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez? Es decir, los miembros del MRLCB no enviaron un documento al azar y sin precisar la importancia que esto reviste, no se puede apostar en estos momentos a la interrogación, ¿acaso los dos eperristas son protegidos del gobierno para intervenir en agrupaciones como el EPR, considerada una de las más importantes en México? ¿ o integrantes de la removida comandancia regional del EPR en Oaxaca, mantuvieron contacto con miembros del gobierno, de tal manera que entregaron a dos de las cabezas importantes de esa organización? La pregunta surge, ya que se ha precisado no sólo por analistas, además a través de los comunicados del EPR, esta posibilidad que sería un golpe psicológico mortal, para todos quienes integran esa agrupación, tomando en cuenta que nadie a partir de ese hecho está seguro en la clandestinidad. La duda de que así hubiera sido, se plantean luego del comunicado del 19 de julio de 2007, originado en la república mexicana, cuando la CG del EPR plantea la posibilidad que al interior de la Comandancia Regional de Oaxaca hubiera traidores, el texto que muestra la división del EPR en Oaxaca dice lo siguiente: “Estos dos compañeros mencionados hacían un trabajo de orientación escrita en cuanto al movimiento de Oaxaca de una manera eminentemente política, sin utilizar ningún arma, ni tener una actitud ofensiva, sino sencillamente defensiva empezando porque todas las fuerzas políticas intentaran tener un mismo criterio y una misma actitud para disipar pequeñas contradicciones. Eso no es ningún delito, eso es un acto de conciencia y jamás se podrá detener el pensamiento libertario, ni con la muerte, ni con el presidio. Se vieron forzados a asistir por una irresponsabilidad de quien era responsable del estado de Oaxaca y que desde un principio intentó sabotear la exigencia de libertad de estos compañeros, sin que los compañeros de la ciudad tuvieran una explicación lógica de tal proceder, negándoles la verdad de los hechos”.
Y en la posibilidad incluso de que integrantes del EPR-Oaxaca hubieran “puesto” a sus dos compañeros, considerados parte esencial de la dirigencia, ya que tomaban parte activa al ser Gabriel Alberto y Edmundo Andrés, hermano y tío respectivamente de Tiburcio Cruz Sánchez, comandante general del EPR, según fuentes de inteligencia.
Esto hace pensar que no fueron detenidos al azar, si no señalados por los propios integrantes del EPR, los que pudieran estar gozando de los beneficios de los delatores.
Hay que notar que la CG- EPR precisa que Edmundo Reyes y Gabriel Cruz, se encontraban tratando de unir a las organizaciones dentro de la APPO , así enfocan el hecho de nombrar a las fuerzas políticas, hay confesión expresa de que el EPR sí participó al interior de la APPO, porque eso hacían los hoy desaparecidos, reunir para enfocar nuevamente acciones populares en el marco de la lucha magisterial. Hay que subrayar que los dos personajes tenían un conflicto declarado con quien tenía a cargo las actividades del EPR en Oaxaca, es obvio que a varios no les gustaba la presencia de los dos enviados de la comandancia general, para investigar a quienes habían hecho tratos millonarios para vender la causa, por parte del EPR y la APPO.
Pero surge otra hipótesis, como las varias que hay, la duda que todo esto sea verdad y que sea la representación de un circo guerrillero, con el fin de tener banderas históricas. Es curioso ver que en el comunicado del 25 de mayo de 2007, precisamente el día que se da la detención- desaparición de Edmundo Andrés Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, en un comunicado con fecha 25 de mayo de 2007, originado en Oaxaca, se hable de la desaparición, cuando ellos no sabían del presunto secuestro, el extracto del comunicado dice lo siguiente: “La represión selectiva ya tiene sus primeras víctimas, y esto es precisamente lo que el gobierno estatal le interesa, golpear al movimiento popular y revolucionario. Se trata de utilizar al ejército y los cuerpos policíacos para disminuir la capacidad política del movimiento popular-magisterial y de paso tratar de dar golpes a nuestras estructuras clandestinas de nuestro partido y ejército”.
¿Cómo se puede explicar que la comandancia regional de Oaxaca, el mismo 25 de mayo, día de los hechos, ya mencionaba públicamente la posible detención de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez?
El MRLCB a propósito, emite alerta sobre los traidores al movimiento guerrillero, que pareciera que nada tiene que ver con el caso Oaxaca, pero que al final apunta hacia ese estado de México, los Judas que se perfilan y que han sido detectados, incluso operan con bandera revolucionaria, como en su momento han venido “trabajando” algunos miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), a decir de los rumores que corren al interior de esa organización.
La muerte del extranjero Bradley Willey, el 27 de octubre de 2006, es otra de las interrogaciones que existen, y que no dejan de verse como fantasmas en medio de la supuesta lucha popular que vivió Oaxaca por culpa de los maestros de la sección XXII del SNTE, cuya dirigencia, según ha trascendido, hizo acuerdo político con un ex gobernador y un candidato a diputado federal, el primero para chantajear a Ulises Ruiz Ortiz y frenar la investigación en la Secretaría del Transporte, cuyo avance revelaba un multimillonario fraude, y el segundo, es decir con el candidato,para lograr ganar y evitar que los candidatos priístas lograran su objetivo.
Por supuesto hay más, se habla de un tercero en discordia, el entonces Secretario de Gobernación, José María Abascal, quien en ese entonces habría hecho acuerdos por debajo de la mesa, para garantizar el triunfo de su partido en la lucha por la presidencia.
De ahí surgió “un movimiento social”, que resulta de una organización como la APPO, dirigida por Flavio Sosa Villavicencio, compadre de José Murat Casab, ex gobernador de Oaxaca y amigo muy cercano de Gabino Cué Monteagudo, hoy Senador y en 2006 candidato por el Partido de la Revolución Democrática ( PRD).
Hay que conocer la historia para entender los resultados, hablamos de la muerte de Bradley Willey ¿ hasta dónde cabe la posibilidad que “el alfilerillo”, sobrenombre usado por Bradley en sus correos electrónicos, hubiera servido a diversas agencias de los Estados Unidos, es decir, ¿“ el hacker feliz”, especialista en manipular softwares piratas, pudo haber llegado al corazón de la guerrilla urbana que operaba al interior de la APPO? ¿Por esa razón fue asesinado?
No hay que olvidar que los familiares del norteamericano han dicho no estar casados con la idea de que fueron habitantes de Santa Lucía del Camino, los que hubieran asesinado al “camarógrafo de Indymedia”, por algo lo han dicho, aunque lo que se encuentra en la polémica es ¿ quién asesinó a Bradley Willey? Lo anterior es importante, porque de la muerte del posible agente norteamericano, se podría haber desprendido el hallazgo de los guerrilleros hoy desaparecidos, ya que la APPO pudo no haber sido la culpable de su muerte, sino los grupos al interior, y en este caso, el EPR podría estar inmiscuido.
Se ha dicho que Edmundo Andrés Reyes Amaya aparece en el video del Brad, esto es falso, no es el “comandante Andrés” el que llega al grupo de tiradores de la APPO y les dice “ya me dieron”, el anciano que aparece en la toma es un vecino del fraccionamiento “Primero de mayo” del Infonavit, en la parte norte de la ciudad de Oaxaca, que militó en la APPO, profesor jubilado que prestó servicios en diferentes escuelas de la ciudad de Oaxaca.
Lo anterior es importante, ya que se presume que a raíz de que Bradley Willey filma a este anciano, muere asesinado por un tirador que llega desde su derecha, se coloca a su izquierda y le dice con voz clara: “ ¡qué no te dije cabrón que dejaras de grabar!” y dos segundos después Bradley Willey cae gritando, cuando la bala entra a su cuerpo.
Aunque este tema tiene un sin fin de variantes, algo que ya fue analizado el 30 de octubre de 2006 en Punto y Aparte Oaxaca, tomando como base el video póstumo del norteamericano.También se muestran fotografías donde se alcanza a ver a los miembros de la APPO, dos de ellos identificados a grupos armados por el CISEN, tiroteando a los vecinos de Santa Lucía en un enfrentamiento anunciado.
O sea que lo anterior es una muestra de que diversos grupos armados, no solo el EPR, participaron organizando a los grupos de jóvenes que prestaban sus servicios a la APPO, grupo armado de la sección XXII del SNTE.
Brad Willey se cree que muere por haber filmado a un sin fin de miembros de grupos armados, sin capucha,al interior de la Universidad pública, donde ese tipo de grupos tenían sus cuarteles.El único video que queda sin ser robado es el que filma por última ocasión, como un ejemplo, como una forma de mostrar “aquí estamos y fuimos nosotros”, ya que el video bien pudo haber desaparecido, si es que acaso hubiera estado filmado el señor Edmundo Andrés Reyes Amaya, prueba de que no estuvo en esa filmación fue el video que se ha publicado en varios sitios. Los videos filmados durante los días anteriores no fueron encontrados, es decir, desaparecieron y hasta hoy no se conoce su contenido.
Así como existen hipótesis sobre la muerte de Bradley, hay diversas sobre el secuestro, desaparición, detención, incomunicación de Edmundo Andrés y Gabriel Alberto, los cuales, según se considera, pudieron haber sido detenidos por un comando especial de los Estados Unidos, precisamente por la muerte de “el alfilerillo”, del cual se ha tejido toda una leyenda, y así como se habla de su militancia izquierdista, hasta hoy no comprobada, se afirma de su cooperación con la embajada de Estados Unidos en México, un tema que no ha sido probado, pero que deja entrever la presencia de los norteamericanos en organizaciones como OSAG, que en México impulsa una serie de acciones, sin que se sepa quién los financia y con qué fin.
Sin que sea una prueba definitiva, se habla de la presencia de Gabriel Alberto Cruz Sánchez, precisamente, durante el ingreso que realizó la Policía Federal Preventiva el 30 de octubre de 2006.Hay una fotografía en la que se le aprecia sin pasamontañas y sin paliacate, guiando a un grupo de presuntos profesores, organizando la defensa de la ciudad ante el ingreso de la PFP.
Si los dos desaparecidos estuvieron en la lucha de la APPO, lo único que debe aclararse es hasta dónde participaron en reuniones secretas con funcionarios y si la dirigencia y comandancia regional del EPR, tuvo acercamientos con funcionarios estatales y federales, entre ellos Sergio Segreste Ríos, actual Secretario de Protección Ciudadana, que ha sido citado por diferentes analistas y medios, como el personaje más informado sobre este tipo de reuniones y la conclusión que pudo haber tenido.
La conclusión debe quedar con puntos suspensivos, pero ¿en verdad fueron secuestrados los dos que se dicen desaparecidos del EPR? ¿Hay un pacto con las autoridades para dar información? ¿Quién puso a los dos desaparecidos? ¿Es el gobierno norteamericano quien los tiene detenidos como parte del terrorismo, por la muerte de Brad Willey? ¿Es un ajuste entre organizaciones? ¿Cambiaron de identidad? Son preguntas que surgen y siguen surgiendo, luego de los secretos que no son revelados.
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Punto y Aparte Oaxaca©2008/Director: Juan José Díaz Bermúdez
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