Juan José Díaz Bermúdez/Análisis
En enero se habría llevado a cabo pleno en la sierra de Guerrero, con la participación de las comandancias regionales del Ejército Popular Revolucionario y dirigentes del Partido Democrático Popular Revolucionario; de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Michoacán,
Estado de México, Morelos y Veracruz.
Cada comandancia habría enviado a sus representantes para discutir al parecer campañas de propaganda armada y plantear acciones político-militares para afianzar presencia y avanzar en la concientización de los sectores campesino y obrero rumbo al cambio verdadero que se necesita en México.
Durante la reunión clandestina se habría analizado endurecer las actividades para exigir la presentación con vida de las víctimas de desaparición forzada como: Edmundo Reyes Amaya y Alberto Cruz Sánchez y enfatizar la exigencia ante la omisión de Andrés Manuel López Obrador, por frenar las desapariciones y agresiones en todo el país en contra de luchadores sociales, activistas a favor de los derechos humanos y periodistas comprometidos en la lucha contra la impunidad y la corrupción.
Durante las actividades se habría discutido la formación de un gran frente guerrillero, para enfrentar las actividades represivas del Estado que usa a cárteles del narcotráfico para ejecutar sentencias institucionales contra luchadores sociales en Michoacán, Guerrero, Chiapas y Oaxaca.
Se habría analizado las luchas Popular-Magisterial en Oaxaca, Michoacán y Guerrero, los pros y contras y las viscerales infiltraciones de instituciones del Estado represor en los movimientos guerrilleros.
Sin la presencia del Comandante General del EPR Tiburcio Cruz Sánchez, durante la reunión guerrillera se habría nombrado a nuevos comandantes quienes serán los encargados según trasciende de lograr los puntos de acuerdo surgidos del Congreso guerrillero en México
Al parecer no se descarta la unión político-militar de un gran bloque guerrillero, acciones de propaganda en Oaxaca, Guerrero y Michoacán
Lo anterior refuerza la teoría que se había mantenido sobre un repliegue táctico de la guerrilla tras la posible muerte de su comandante general y el análisis del nombramiento de nuevos comandantes regionales y comandante general.
No se descarta también que se sigan evaluando acciones regionales a través de las asambleas revolucionarias como el caso de Oaxaca, con el objetivo de enfrentar las amenazas locales de infiltrados y grupos contra insurgentes que son formados por caciques y militares en zonas como Loxicha, Mixes, Sierra Juárez, San Carlos Yautepec y Chimalapas.
La coincidencia revolucionaria habría aglutinado a células y comandancias regionales teniendo al parecer poder de convocatoria.